Si bien alejar a los niños de las pantallas digitales es un paso importante para cuidar su visión, no es lo único por hacer. Más que reglas estrictas, la clave está en enseñarles desde pequeños buenos hábitos que les acompañarán a lo largo de su vida: descanso visual, buena higiene ocular, actividades sanas. Si los integras poco a poco a su rutina, gran parte del trabajo estará hecho. Solo tendrás que encargarte de vigilar que no haya señales de alarma y/o agendar exámenes regulares para su vista.
Empezar con esto no es difícil. ¿Sabías que puedes revisar su agudeza visual jugando en casa o que darles descansos cuando usen pantallas los ayuda a relajar la vista? En esta guía para padres vamos a repasar todo lo que necesitas saber sobre el cuidado de la visión en la infancia. Hábitos recomendados, actividades al aire libre, consejos sobre luz y distancia, y más.
Empecemos por lo primero: señales de problemas visuales en diferentes etapas del crecimiento
Lo primero que debes comprender es que un niño no siempre sabrá que algo no anda bien con su vista. Es probable que describa síntomas que no se asocian directamente con problemas oculares, lo que dificulta la detección temprana.
Sin embargo, si aprendes a reconocer las señales de alarma, no solo le brindarás alivio, sino que también podrás identificar estos malestares en su etapa inicial, cuando aún pueden corregirse y son fáciles de tratar. Esto es vital para evitar que afecten su desarrollo o queden sin atenderse.
Checa los síntomas que debes vigilar para el cuidado de la visión en la infancia:
En bebés menores de 1 año
- Los bebés de más de 3 meses deberían poder seguir con sus ojos objetos que se mueven delante de ellos. Si tu bebé no logra hacer contacto visual o parece no seguir objetos, es muy importante que se lo comentes al pediatra.
- Es común que los ojos de los bebés no se alineen perfectamente antes de los 4 meses (estrabismo). Sin embargo, después de esa edad, si notas que los ojos de tu bebé se desvían con frecuencia o hacen movimientos hacia dentro o hacia afuera, debes informarle a su médico.
En niños en edad preescolar
- Si los ojos de tu hijo parecen desviarse o no alinearse correctamente, dile al médico lo antes posible.
- Algunos problemas de visión comunes, como el ojo perezoso, pueden ser difíciles de notar porque el niño puede no quejarse. Esto significa que uno de los ojos no es tan fuerte como el otro y no ve tan bien. Por eso, es necesario que te apoyes en chequeos de la vista, que incluyen pruebas especiales adaptadas para niños que aún no saben leer.
Para todos los niños y adolescentes
- Si tu niño se queja, podría estar viendo borroso: quizás te diga que le cuesta ver la pizarra en clase o la televisión claramente. También podría notar que las cosas se ven dobles o borrosas cuando hace actividades de cerca.
- La posición de los ojos es importante: si observas que desvía uno de sus ojos o ve doble, ya sea todo el tiempo o de vez en cuando. Asimismo, si se tapa o guiña un ojo de vez en cuando para ver mejor.
- Los dolores de cabeza pueden venir de un problema visual: especialmente si tu hijo se queja de dolores en la parte frontal de la cabeza, náuseas o se siente mareado después de hacer tareas que requieren ver de cerca.
- Presta atención a cómo pone la cara al leer: si frunce el ceño, parpadea mucho o hace gestos extraños con la cara.
- La mala lectura puede ser una señal de alerta: si le cuesta entender lo que lee para su edad, sigue las palabras con el dedo, inclina la cabeza para leer, se salta palabras o líneas, o parece desinteresado en la lectura.
- Una sensibilidad fuerte a la luz no es normal: esto se llama fotofobia y es común en muchos problemas de vista.
- Mira cómo reacciona sus ojos: si parpadea mucho, llora sin razón, tiene los ojos rojos o hinchados, se los frota a menudo, o si se cansa o se irrita fácilmente después de hacer tareas de cerca.
- Observa si tiene posturas extrañas: acercarse mucho a libros, dispositivos electrónicos o la TV puede ser señal de que algo no va bien. Lo mismo si se pone rígido al tratar de enfocar objetos lejanos.
- La forma en que se mueve es clave: si se tropieza o cae más de lo normal, o si se inclina hacia adelante para ver mejor las cosas. Dificultades para coordinar sus ojos y manos, como no poder atrapar una pelota bien, también son señales importantes.
Cuidado de la visión en la infancia: hábitos y recomendaciones para prevenir enfermedades
Asegúrate que tenga una luz adecuada
Al hacer las tareas, fíjate en la postura de tu hijo, pero especialmente revisa que tenga buena luz. Lo ideal es una luz que aporte visibilidad básica combinada con una lámpara directa sobre lo que esté haciendo, como su cuaderno. De esta forma evitarás reflejos y sombras que puedan causar que fuerce la vista.
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Controla las pantallas
Sí, hablamos de limitar el tiempo en dispositivos digitales, pero también de vigilar la distancia entre el niño y el aparato.
Por un lado, el tiempo frente a las pantallas debe reducirse de una a dos horas diarias, según recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS). Mientras que la distancia que el niño guarda de las pantallas digitales o no, debe ser el doble o triple de su tamaño. No olvides asegurarte que también adopte una postura correcta al verla, sin estar acostados o en posiciones incómodas.
Enséñale a tener descansos visuales
No es más que hacer pausas cada 20 minutos de estudio u hora frente a pantallas, para evitar el cansancio ocular. Estos son muy importantes para el cuidado de la visión en la infancia.
Estimula con ejercicios oculares simples
Por ejemplo, enfocar la mirada de cerca a lejos por unos segundos, para prevenir agotamiento.
Protégelo en actividades al aire libre
Si hace deportes, asegúrate de que use protección ocular adecuada, como lentes deportivos con filtros UVA y UVB o lentes para natación que eviten el cloro. Ellos le protegerán de los rayos solares, lesiones oculares y agentes contaminantes, como arena o polvo.
Igualmente, acostúmbralo a usar gorras o viseras cuando se encuentre en espacios exteriores, buscar la sombra para no exponerse tanto al sol y no mirar directamente a él.
Haz que coma sano
Una dieta balanceada rica en vitaminas, minerales y ácidos grasos es clave para mantener una vista saludable, pues nutren la retina.
Prioriza actividades sanas
No dejes que su única diversión sea TikTok, tu hijo también puede divertirse con actividades de estimulación visual temprana. Por ejemplo, juegos de seguimiento, donde se usan objetos de colores llamativos para que el niño los siga con la mirada.
Asimismo, ayuda la lectura de cuentos, el dibujo, la pintura (motricidad fina) y los juegos al aire libre, pues la luz natural es esencial para el desarrollo de la visión.
La importancia de los exámenes de visión regulares
Aunque hagas tu mejor esfuerzo en lo que respecta al cuidado de la visión en la infancia, no estás en capacidad de diagnosticar o tratar un problema visual. Está muy bien que vigiles cualquier señal de alarma, pero es vital apoyarte de un oftalmólogo especialista para que sea él quien determine lo que sucede a través de un examen ocular completo.
Asimismo, los exámenes regulares son esenciales para que el diagnóstico se produzca en etapa temprana, donde es posible corregir y evitar complicaciones.
Además, lo obvio, el chequeo regular es clave para mantener sus ojos en buen estado y asegurarte de que el niño no tenga dificultades en la vista que puedan afectar su desempeño en la escuela o poner en riesgo su seguridad. De hecho, el Consejo General de Colegios de Ópticos-Optometristas, dice que 1 de cada 3 escolares sufre enfermedades visuales que pueden conducir a problemas en el aprendizaje.
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Igualmente, para aprender de la mejor manera, los niños necesitan contar con:
- Una visión clara y nítida a cualquier distancia.
- La capacidad de mover y coordinar los ojos de forma precisa y sin esfuerzo.
- La habilidad de seguir objetos en movimiento con los ojos de manera exacta.
- La facultad de enfocar objetos cercanos y lejanos sin dificultad.
El cuidado de la visión en la infancia es una responsabilidad compartida. Si participas activamente, puedes ayudar a tus hijos a desarrollar una vista sana y, con ella, las herramientas para su bienestar general. ¿Quieres comenzar ahora?
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