Te lo contamos en este artículo. Lo que también tienen en común es que pueden ser corregidas, tratadas o controladas si se diagnostican a tiempo, esto puede salvar tu visión.
Defectos refractivos, catarata, glaucoma y las retinopatías diabética e hipertensiva, encabezan la lista de las enfermedades o alteraciones visuales más comunes dentro de los colombianos, esto de acuerdo al Ministerio de Salud y Protección Social.
Destacamos en esta lista la ceguera evitable y la ambliopía u “ojo perezoso”, son un ejemplo de que las conductas de autocuidado, como la consulta frecuente y observancia permanente, deben ser aplicadas para evitar la pérdida de la visión, especialmente en los más chicos.
Defectos refractivos
En la tarea de enfoque del ojo intervienen córnea y cristalino. Los errores de refracción ocurren cuando la forma del ojo no permite hacerlo correctamente.
Hablamos de la miopía, donde se presentan dificultades para ver de lejos; hipermetropía, cuando es difícil ver de cerca; astigmatismo, dificultad para enfocar a cierta distancia; presbicia, incapacidad, por envejecimiento, para enfocar de cerca; y la ambliopía, reducción unilateral o bilateral de la agudeza visual.
Los síntomas implican visión borrosa, picazón, sensación de tensión en los ojos y, ocasionalmente, dolor de cabeza, por un sobre esfuerzo continuado. Estos desaparecen con las medidas correctivas. El tratamiento depende de la evaluación médica especializada, pero en términos generales podemos decir que hablamos de lentes (gafas o lentes de contacto) o cirugía refractiva.
“Los defectos de refracción o ametropías son todas aquellas situaciones en las que por mal funcionamiento óptico, el ojo no es capaz de proporcionar una buena imagen, esto conlleva a la disminución de la agudeza visual y en muchos casos a la baja visión, los defectos refractivos son considerados como prioridad de abordaje por su alta carga de morbilidad en especial en la población escolar y porque de detectarse de forma oportuna pueden ser tratados y manejados logrando un alta probabilidad de prevenir ceguera”, anota el Ministerio.
Catarata
Son ojos con neblina, por ponerlo en términos comprensibles. Así se ve esta enfermedad que puede aparecer cuando nos hacemos adultos mayores. La opacidad del cristalino del ojo o de su cápsula impide el paso de la luz. Esto causa pérdida total o parcial de visión.
Quien la padece puede comenzar a ver borroso y los colores parecen desteñidos, hay resplandor alrededor de las luces, se dificulta la visión nocturna, se ve doble.
Se trata con cirugía, pero podemos decir que la alimentación, un estilo de vida saludable, proteger los ojos del sol y las consultas frecuentes al especialista son parte integral de la prevención.
Glaucoma
La presión aumenta en el globo ocular y causa un daño progresivo en la retina, básicamente esto es lo que sucede con el glaucoma. Es de cuidado porque puede llegar a la pérdida de la visión periférica. Existen varios tipos, es como si fuera un conjunto de enfermedades bajo un mismo nombre. Estas pueden dañar el nervio óptico.
Es posible que no se sientan síntomas en un inicio. La persona que lo padece puede comenzar a perder la visión lentamente, comenzando por los laterales. Eventualmente puede causar ceguera.
La buena noticia es que, si bien no se cura, con un diagnóstico a tiempo sí puede ser controlado. Por esto, es importante la visita frecuente al especialista. El tratamiento puede ser con medicamentos oftálmicos o con cirugía.
Enfermedades de la retina
Las retinopatías. La diabética es una complicación por la diabetes, se presenta cuando esta comienza a dañar los pequeños vasos sanguíneos de la retina. Por esto, quien es diabético debe hacerse revisar sus ojos por un especialista frecuentemente. La hipertensiva es un daño a la retina, causado por la hipertensión arterial. Ambas pueden llegar a la ceguera y su tratamiento es quirúrgico.
Degeneración macular. Las células de la mácula sensibles a la luz se deterioran, lo que afecta la agudeza de la visión central. Dos de los primeros síntomas son visión borrosa y ver torcidas las líneas rectas.
En algunas de estas enfermedades los síntomas aparecen de forma tan lenta que, en ocasiones, no se perciben prontamente. Por esto, es importante realizarte tus controles de manera frecuente. Todo diagnóstico a tiempo trae mayores posibilidades.
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